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lunes, 11 de noviembre de 2013

Éxito en los negocios, ¿Suerte o trabajo duro?



Todos en algún punto de nuestra vida hemos pensado o por lo menos escuchado de otras personas que el éxito de los negocios depende de la suerte. Frases como: Que suerte tuvo, tuvo mucha suerte en ese negocio. Nos dan la percepción que el éxito depende de un golpe de suerte que llega de la nada, sin tomar en cuenta el arduo y continuo trabajo que se llevo acabo para que esa suerte llegara.


En este post profundizaremos que papel juega la suerte en los negocios desde el punto de vista de la administración. Para algunos autores la suerte juega un papel determinante en los negocios y en la toma de decisiones estratégicas, y en su versión mas extrema, la suerte anula casi por completo a las estrategias adoptadas por una  empresa, pero, ¿es esto real?.

La suerte es el factor X de la administración, se tiene bien identificada que si juega un papel dentro de las organizaciones de negocios, pero, este papel es solo complementario o multiplicador del trabajo duro, los componentes genéricos de las ventajas competitivas (lo que nos da ventajas sobre otras empresas) son:

1.            Eficiencia
2.            Calidad
3.            Innovación
4.            Capacidad de respuesta a los clientes  

Es cierto que una empresa por medio de un golpe de suerte pueda lograr una mejora en alguno de estos componentes, pero es muy difícil imaginar que alguno de estos componentes o todos puedan lograr una excelencia sostenida dependiendo solamente de la suerte, es decir, sin esfuerzo consistente y sin estrategia.
Veamos esta idea en la práctica:



La suerte de Bill Gates:



El producto que dio a conocer a Microsoft y le dio el renombre que actualmente tiene fue MS-DOS, el sistema operativo que vendió a IBM, pero originalmente este sistema operativo no fue desarrollado por Microsoft, sino por Seattle computer quien desarrolló Q-DOS.
Cuando IBM intentó encontrar un sistema operativo para sus computadoras, sostuvo pláticas con muchas compañías entre ellas Microsoft (Seattle computer no estuvo entre esas compañías); Bill Gates sabia que Seattle Computer había desarrollado un sistema operativo y no dudó en hacer una oferta para obtener Q-DOS.  Prestó a su padre, socio ejecutivo de un importante despacho de abogados, $50,000 y con ese dinero visito al CEO de Seattle computer y ofreció comprar todos los derechos del sistema que había desarrollado.
Seattle computer en ese momento pasaba una mala situación financiera y aceptó inmediatamente. Gates asignó el nuevo nombre al sistema operativo, lo actualizó un poco y vendió a IBM. 


A simple vista este ejemplo es un golpe de suerte único en la vida en donde todo se complementa, no hay duda de eso, es una suerte que Seattle computer no conociera la licitación de IBM, es una suerte que Bill Gates tuviera un papá rico, es una suerte que Microsoft supiera de la existencia de Q-DOS. 

Pero nada de esto es una casualidad ni mucho menos llegó de la nada. Microsoft ya participaba con renombre dentro de la creación de sistemas operativos, su primer programa Microsoft Basic había tenido bastante fama. IBM acudió a Microsoft porque la compañía ya había ganado renombre en la industria.

Es un error atribuir el éxito de Microsoft a la suerte, en este caso específico tuvo suerte, pero esta suerte fue solo un impulso. Después de MS-DOS Microsoft a desarrollado por lo menos 7 sistemas operativos nuevos.  Sí Microsoft se hubiera quedado dependiendo de ese golpe de suerte hoy no existiría, por el contrario, creó un flujo constante de programas innovadores para garantizar el éxito en su mercado.

La suerte puede llegar a nosotros, pero solo si antes hemos invertido en trabajo constante y esta suerte no será eterna, por lo tanto, no es un determinante para el éxito sostenido empresarial. Es por esto que concluimos que la suerte es solo un complemento que llega con el trabajo duro.

Como dijo el famoso golfista Gary Palmer: “Mientras mas trabajo, mas suerte parezco tener.”

Así que si comenzarás un negocio  basado en que te ira bien porque tienes el presentimiento que tendrás suerte, es el momento de replantear tu estrategia, marcar el camino que llevarás junto a tu empresa y empezar a trabajar constante y arduamente,  solo de esta forma la suerte llegará y de allí en adelante la innovación será tu mejor aliada para alcanzar un éxito real y sostenido.     




Jorge A.

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